top of page
  • Foto del escritorPaco Morán

Sánchez y sus esbirros


Hace más de cuatro años que mi frase más pronunciada para definir a los altos cargos del PSOE es que han perdido la dignidad y la vergüenza.

Aborregarse ante un líder sin honor, sin vergüenza, sin escrúpulos, egocéntrico y narcisista, es ser cómplice de sus actuaciones.  Luego está la otra parte de los hooligans, la inmensa mayoría personas sin formación ni preparación.

La parte judicial es el lugar en el que menos aborregados vemos, dado que afortunadamente los ‘Condes Pumpidos’ no son muchos. Pero sí existe personas ambiciosas dentro de la magistratura que no tienen la capacidad por sus propios méritos, para llegar al lugar que desea y, por lo tanto, venden su honor al líder político de turno.

De los medios de comunicación afines al Gobierno y al social comunismo, no lo están por convencimiento, ni despliegan la información objetiva, sino lo hacen por la grandes cantidades que les llegan para defender su causa tras la sincronización que cada día ordenan desde Moncloa. Hoy si todos los medios de comunicación se limitaran solo a informar de la realidad, Sánchez duraba cinco minutos en el poder.

«No controlamos al Supremo». Esta frase se la dijo un negociador del PSOE al entorno de Junts. Con ello le quería pedir perdón al delincuente y golpista Puigdemont, para justificar que no podían hacer nada para evitar que el Tribunal diese una orden de detención para el prófugo. Pero fueron mas allá al decir que no podían controlar el Supremo como ‘lo hacemos con el Constitucional’. Tampoco es una frase sorprendente cuando hemos visto que los jueces aborregados al social comunismo han indultado a los líderes de la mayor trama de corrupción acaecida en Europa. Altos cargos del PSOE que durante dos décadas saquearon las arcas de la Junta de Andalucía.

Cuando una persona pierde la dignidad y la vergüenza como le ocurre al Gobierno y al PSOE, abandonan todo respeto y consideración hacia la ciudadanía decente. Hoy en el PSOE, solo confían en sus votantes aborregados que tragan con todo, aunque esté dando su líder, pasos para la ‘venezuelización’ de España.

Hoy el PSOE no puede ser opción de gobierno si no es acompañado por la caterva golpistas, nacionalista, proetarra, izquierda radical…En definitiva, saben que no pueden alcanzar una mayoría simple en el Congreso para poder gobernar.

Hoy Sánchez ha comprado la presidencia del Gobierno con dinero público de todos y con los siete votos del delincuente Puigdemont, que dejó al descubierto la bufonería del personaje y la desvergüenza del gobierno español.

Otro ejemplo de un cargo aborregado y sin dignidad es el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, un subordinado del sanchismo que comete el delito, sin sonrojarse, de revelación de secretos divulgando información confidencial sobre un ciudadano de a pie.  Y lo más grave: comete un delito en defensa de la familia del presidente del Gobierno por razones de pura táctica partidista y lealtad mafiosa.

Un gobierno decente que no estuviera presidido por un capo habría destituido a tal fiscal por ese delito de revelación de secretos. Lejos de la realidad. La intención de Sánchez es de tener bajo el control a esbirros en la fiscalía y en el Constitucional.

Esta es la España actual. Este es Sánchez, un presidente que es felicitado por la organización terrorista Hamas mientras se alía con la dictadura sanguinaria de Maduro en Venezuela. Está en las manos del votante socialista volver a esa España con prestigio internacional y con instituciones independientes.

Y algo importante: despodemizar a un PSOE radicalizado para devolverlo al PSOE de los 80, un partido socialdemócrata y con sentido de Estado que Sánchez asesinó.

0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


MUELLE CARABELAS 300 X 600_2x-100.jpg

OPINÓDROMO

PUBLI WHAT.png

¡Gracias por suscribirte!

De lunes a viernes.png
HUELVA OPINA.png
bottom of page