HUELVA, 22 DE JULIO 2024.
Ayer, al terminar la multitudinaria misa oficiada por Paco Echevarria, en la explanada del Cerrito (diez de la noche) nos encontramos a José Antonio Hernández (ex- director de la Mina de Sotiel Coronada, en Calañas) y su encantadora esposa, Reyes, residentes en Madrid.
Ambos, son muy conversadores y brevemente repasamos la situación política, económica y social de España. Lógicamente, hablamos de nuestras familias.
Tienen dos hijas trabajando en Madrid y un hijo, José Antonio, que está en Basilea, pero que acaba de ser contratado por una importante multinacional en Canadá.
Cuando me contaban esto de su hijo, me acordé de la noche en la que tres alcaldes andaluces (Sevilla, Córdoba y Huelva) estábamos en el edificio del ABC de Sevilla, en la Cartuja.
Se celebraba la entrega del Premio periodístico “Mariano de Cavia”. Antes de comenzar la cena, los tres conversábamos en la terraza del edificio, cuando se nos acercó un chico alto, rubio y uniformado, con una bandeja llena de cervezas, vinos…y nos ofreció la bebida.
Pero, lo hizo con tanta elegancia que a los tres nos llamó la atención y comentamos: ¿has visto este chico lo bien que sirve?.
APROVECHAR LAS OPORTUNIDADES DE LA VIDA
A los dos minutos, el joven volvió a ofrecernos bebidas y, aproveché para preguntarle si era profesional de la hostelería. Y me contestó:
“No, soy estudiante en la Universidad de Sevilla e hijo de unos amigos suyo, José Antonio Hernández y Reyes, que algunos fines de semana me contratan para este trabajo y lo aprovecho para ganar algún dinero que me viene muy bien para mis gastos extras…”
El joven a quien me refiero es, hoy, un ingeniero tecnológico, reclamado por empresas en todo el mundo.
A menudo, los jovenes y los no tanto, dejamos correr el tiempo esperando la oportunidad o el negocio de nuestras vidas, sin hacer nada.
La historia de José Antonio, nos enseña que si pones un ladrillo cada día, desde joven, terminará construyendo una pared o una casa.
Desde que era estudiante universitario supo aprovechar el tiempo libre, de algunos fines de semana, para trabajar, sin complejos, en catering de bodas y actos sociales, dedicado a servir cervezas, sabiendo que esto no le quitaba dignidad, sino que era una oportunidad de trabajar.
Termino: Cuando, anoche, al terminar la misa, le recordaba a sus padres esta historia, se les iluminaban los rostros.
Ambos, se sentían profundamente orgullosos de su hijo, José Antonio, quien, desde muy joven, ha sabido aprovechar las oportunidades de la vida, hasta llegar a la cima profesional en la que se encuentra.
¡BUENOS DÍAS!
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