Sanchezcracia

HUELVA, 1 DE SEPTIEMBRE 2024.

Los políticos son por naturaleza maquilladores de la verdad. Huyen de ella como un gato lo hace del agua. Ocultan sus vergonzosas mentiras con más celo que la mujer sometida al talibán su propio cuerpo.

Pero lo que estamos viviendo bajo la Sanchezcracia es inaudito. Nunca antes nuestros representantes públicos habían sido tan indiferentes al ser descubiertos en sus mentiras. Nunca antes habían sido tan impermeables a quedar en evidencia. Te niegan que las dos de la tarde es de día, y afirman que la noche empieza a las doce de la mañana. Y si se te ocurre señalar su hipocresía, eres un fachosfero.

Tito Berni, Koldo, Ábalos, Delcy Rodríguez (la carga maletas), Begoña Gómez, David Sánchez, Amnistía, Malversación, Indultos, Cupo Catalán… He aquí una breve referencia a la larga lista de escándalos con que el gobierno nos aturde día tras día, quitándonos hasta lo más fundamental para mantener el deseo de saber: la capacidad de sorprendernos, la curiosidad, el asombro.

Para el gobierno actual la única fuente de legitimidad y poder es Pedro Sánchez, y su mantenimiento en el gobierno el singular propósito de su acción política, al precio que sea. Para lograr dicho objetivo el PSOE se ha aliado con los enemigos de la nación (independentistas y etarras) y está perpetrando un detallado plan de colonización de los poderes del Estado que no ostenta: el legislativo (gobernar a base de decretos leyes, silenciar a la oposición en el parlamento) y judicial (nombrando jueces, desacreditando a los que investigan sus casos de corrupción).

Si fuera Arias Navarro anunciaría a los ciudadanos la desgraciada noticia “españoles, la democracia ha muerto. La sanchezcracia ha comenzado”.