Está claro que, aunque la lluvia es necesaria, el sol nos hace más sociable y somos más nosotros. Estamos más contentos.
HUELVA, 13 DE MARZO 2025.

Ayer, después de escribir el BD sobre “la Plaza Mayor de Huelva” salí a caminar.
La mañana estaba gris, pero no llovía. El agua la daban para la tarde. Por ello, tomé la decisión de irme a andar en solitario.
A las doce de la mañana entré en el Paseo de la Ría, y me impactó el paisaje que encontré.
Ningún caminante, las farolas y los árboles reflejadas en los charcos. El color del agua de la ría se confundía con el del cielo gris, encapotado (Imagen ilustrativa).
La imagen contrastaba con la de un sábado con sol, en los que en el paseo suele haber mucha gente paseando, niños en patines, ciclistas y deportistas corriendo junto al agua, hasta la Punta del Sebo.
El paisaje y el clima, producía en mi estado de ánimo una cierta apatía y nostalgia del buen tiempo.
Tanto que hasta me olvidé de poner en el móvil la música que me suele acompañar todos los días.
Está claro que, aunque la lluvia es necesaria, el sol nos hace más sociable y somos más nosotros. Estamos más contentos.
Quizá, por ello, en un momento del camino, di un grito al cielo para que el sol volviera y devolviera la alegría al paseo.
Porque el sol no es sólo luz, sino también vida, energía y compañía.
TRAS LA TORMENTA SIEMPRE VUELVA EL SOL
Al principio te decía que entré en el paseo a las doce de la mañana y cuando volvía de regreso, a la altura del Nuevo Colombino, se puso a lloviznar con gotas de agua cada vez más grande.
Algunos compañeros que iban andando por delante, se cobijaban en las pérgolas gigantes del paseo, a la altura del Colombino.
Mientras yo era más valiente y seguía mi camino, protegido con mi gorra y mi pluma azul, regalos de reyes.
Eso sí, aceleré el paso para llegar pronto a casa, e irme a comer con unos amigos, con la confianza de no terminar empapado.
Conclusión: Llevamos muchos días con lluvia y mal tiempo. Hoy, también, se anuncian tormentas y agua mañana y tarde.
Tiempo que no es habitual para nosotros, acostumbrados al sol y al cielo azul de Huelva, a los que me suelo referir en ocasiones.
Pero, también repito, una y otra vez, que la esperanza (en todo) nunca la podemos perder.
Por ello, concluyo al señalar que aunque, el Paseo de la Ría, ahora aparezca triste y apagado, el sol volverá. Y con él, la vida, la alegría y la risa.
Porque, tras la tormenta (sea del tipo que sea) siempre vuelve la calma y el sol. ¡BUENOS DÍAS!.
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