Lo que se presentó como una movilización ciudadana en defensa de los servicios públicos se ha convertido, según varios sectores, en un acto político que busca desgastar al Gobierno andaluz del Partido Popular.
HUELVA, 18 DE NOVIEMBRE 2024.
La concentración organizada este domingo por la Marea Blanca de Huelva en defensa de la sanidad pública, que reunió a más de un millar de personas frente a la delegación de Salud de la Junta de Andalucía, ha sido objeto de críticas por la evidente monopolización del acto por parte de dirigentes y representantes políticos de PSOE e Izquierda Unida. Lo que se presentó como una movilización ciudadana en defensa de los servicios públicos se ha convertido, según varios sectores, en un acto político que busca desgastar al Gobierno andaluz del Partido Popular.
Entre las principales reivindicaciones, los organizadores hicieron hincapié en las listas de espera, con más de 65.000 pacientes aguardando consultas con especialistas y 14.000 esperando una intervención quirúrgica. También se mencionaron retrasos en infraestructuras como el Hospital Materno-Infantil, cuyos plazos de construcción llevan años incumpliéndose. Sin embargo, la lectura del manifiesto y las intervenciones de los portavoces de la Marea Blanca estuvieron marcadas por un fuerte sesgo político, según denunciaron críticos.
En las intervenciones, dirigentes del PSOE, como María Eugenia Limón, secretaria general del partido en Huelva, acusaron al Gobierno de Juanma Moreno de ser responsable directo del deterioro de la sanidad en la provincia. Desde otros sectores, se señala que estas manifestaciones, más que ser un reflejo de las demandas ciudadanas, son utilizadas por partidos de izquierda para reforzar su discurso electoral, restando protagonismo a las verdaderas necesidades de los onubenses.
Una sanidad en cifras críticas
Las cifras son alarmantes: más de 40.000 pacientes llevan más de 60 días esperando una consulta con especialistas, y casi 6.000 personas superan un año en las listas de espera quirúrgica. Estas carencias, que afectan especialmente a las zonas rurales, han sido denunciadas por los manifestantes como resultado de una lenta privatización del sistema sanitario. Sin embargo, voces críticas sostienen que estas cifras también son el resultado de una inercia de décadas en las que el sistema no se reforzó adecuadamente durante los gobiernos previos del PSOE en Andalucía.
Una estrategia polarizadora
La instrumentalización política de estas protestas podría estar debilitando el verdadero mensaje ciudadano. Diversos colectivos han pedido que las futuras movilizaciones sean realmente inclusivas y apartidistas, priorizando la resolución de problemas estructurales sobre los intereses partidistas.
Mientras tanto, la Junta de Andalucía, liderada por el PP, asegura que los presupuestos para 2025 incluyen un aumento en la inversión sanitaria y proyectos específicos para Huelva, aunque sectores críticos cuestionan si estas medidas serán suficientes para revertir el deterioro acumulado.
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