La morralla política del PSOE se concreta en la chatarra que se acumula, séptica, en los barrios valencianos.
HUELVA, 14 DE NOVIEMBRE 2024.
La expresión, impropia en lo formal, es indiscutible en lo fundamental. Desde su guarida, el varano “kómodo” cae en su propia trampa. Es relativamente cierto que dos negaciones afirman. Más categórico es que ello es válido en Lógica y en Matemática. El socrático “Sólo sé que no sé nada” apunta, más que a un lenguaje redundante, a una expresión delatora de sí mismo. Se acepta una ignorancia, pero también se admite la existencia de un conocimiento infundado.
El “No hay nada” que el dragón gallogallina de Moncloa utiliza para minimizar las burradas de Begoña, de Ábalos o de Berni, lo emplea también para el desastre humano de Valencia. No hay nada, enfatiza el gran golfante. En pura lógica, claro que hay. Hay y desgracia a una sociedad limpia. Esta adversidad es climática, sí, pero previsible. La dicha es efímera. La muerte, para siempre. Sánchez es un gobernante malo y deshonesto. El desvalor es su entidad. La nada, su esencia.
NOTA. La morralla política del PSOE se concreta en la chatarra que se acumula, séptica, en los barrios valencianos. Sí mentís, sí pudisteis alertar, sí debisteis actuar de inmediato, sí negasteis el ejército, sí, sí, sí. Mentirosos irredentos que convertís el eufemismo en lítote cargada de intenciones acosadoras. Mas ocurre que el inconsciente puede ser más poderoso testigo que la feroz mentira. Ellos no buscan la causa de lo que perpetran. Persiguen eludir sus efectos nocivos…
…Y COROLARIO. El cuerpo del PSOE tiembla. Homero me corregiría: “Sus miembros tiemblan”. ¿Por qué? Porque la muerte no es una simple mudanza a otro lugar. Es un final. De ahí el temblor de los miembros de esa mafia.
RECORDATORIO. Hay, presidente cobarde, mucho. Nada creo de lo que prometes. Los datos destrozan tu relato. Tu juramento de reconstrucción es tan falso como tu identidad política. Vete de Moncloa y de España.
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