Ya nos ilustraba Sócrates cuando nos trasladó que “la verdadera ignorancia era la pretensión de saber”.
HUELVA, 3 DE ENERO 2024.
El enigma de los piojos de Homero revela la sabiduría del griego más allá de la Ilíada y de la Odisea. Su perspicacia se ejemplariza en el enigma de los piojos en palabras de unos niños pescadores. ¿Lleváis algo?, les preguntó el poeta. “Los que pillamos los tiramos, los que no podemos atrapar nos los llevamos”, respondieron los críos. Piojos significantes y significados de pobreza, desgracia y males no arrancados ni desechados. Es la mercancía del esclavo sempiterno.
Antonio Elorza, en su “El redentor de la monarquía”, nos retrata el marco de miseria extendido por la trinidad constituida por Carlos IV, María Luisa de Parma y Godoy. He ahí la infelicidad provocada por tres inmorales cargados de piojos que nunca anhelaron un cabello limpio y sí la permanencia de los parásitos pegadizos por importunos y resucitados en cuanto utilizan malos medios para elevarse hacia el poder. Tres esclavos que, estúpidos, se creían libres y sanos.
NOTA. Ya nos ilustraba Sócrates cuando nos trasladó que “la verdadera ignorancia era la pretensión de saber”. Esa trinidad se forjó en la apostura del seductor valido de la reina. En palabras de Sartre, no se puede ser moralmente bueno en un mundo estructuralmente malo. La proyección del ambicioso príncipe de la paz llega hoy a España de la mano garra de un político depredador que nunca tendrá la categoría de estadista como lo fueron Felipe González y Aznar…
…Y COROLARIO. Nuestra libertad y nuestra salud sólo son posibles si se gestionan en la base de una sociedad cohesionada que alienta la autorrealización individual desde el requisito de la reciprocidad. No hay tal.
RECORDATORIO. La monarquía de Felipe VI pende de la liendre instalada en el entrecejo del príncipe de Moncloa. En el relato homérico, los piojos sanchistas conspiran para cargarse al rey y a los derechos y libertades constitucionales.
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