Puigdemont marca la agenda del político vaina que exhibe la nihilidad bajo su cáscara. Donde no hay nobleza ni laboriosidad, se deshumaniza la capacidad de sentir.
HUELVA, 20 DE ENERO 2024.
La estrategia de Puigdemont tiene de los nervios a Sánchez. El prófugo ha bien pillado el escroto político del traidor. El catalanista juega a izar velas de ida y de vuelta. El apátrida con DNI español es esa vela del barco encallado. Las miraditas de Sánchez al cobarde de Waterloo ejemplifican el síndrome/trastorno del suplicante. Intenta parecer fuerte, pero Carles se jacta de desnudar su débil personalidad paranoide. Tan indefenso e incompetente Pedro, que pordiosea.
La cuestión de confianza señala el viaje a la desesperación en el montacargas de Musk. Duele al sumiso y al arrastrado que el padre, en la figura del enemigo, repudie al hijo pródigo que no se libera del estigma. No hay justicia divina que se deje embaucar por el relato mentiroso de un enfermo de ambición. Puigdemont marca la agenda del político vaina que exhibe la nihilidad bajo su cáscara. Donde no hay nobleza ni laboriosidad, se deshumaniza la capacidad de sentir.
NOTA. Antes que Goebbels, Lutero sentó las bases criminales del totalitarismo y del antisemitismo (“A los judíos no se les ha de mostrar piedad ni misericordia”). Es la oración de un monje demoníaco que consideraba a los descubridores españoles como la encarnación de Satán. Sánchez es el Bartolomé de las Casas que tejió una leyenda negra a cambio de un obispado. Constituye la esencia de la herejía que supone preservar el termitero que devore la caoba de la patria…
…Y COROLARIO. Si Begoña fuese una moderna Eva Perón, la maniobra desmembradora del Estado español no se hubiera producido. Ocurre que Begoña es la madre abadesa de Belorado “encoñada” con el fatalismo griego.
RECORDATORIO. El cierre de Almaraz rememora la burguesía alemana del siglo XIX. Rechazaba el tendido del ferrocarril porque los ricos “se negaban a viajar a la velocidad de un zapatero”. Qué pobre podrá pagar el precio de la luz.
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