HUELVA, 11 DE ABRIL 2024.
El fiscal general Gª Ortiz mantiene su nivel de falso equilibrio entre lo mostrenco y lo espabilado. Él lo llamará resiliencia. Yo lo sustantivo como profesional en repliegue. Se recoge, se encierra en sí mismo y se refugia en la intimidad del cargo. Sometido al sanchismo, teme al Supremo. Su relación con Lola Delgado pone en jaque su compostura legal. Considerar incompetente al Consejo Fiscal para informar sobre la amnistía acaso sea la pieza que preceda a su mate.
Cuestión de orden. Si el Consejo Fiscal es incompetente, ¿cómo es posible que elabore un informe sobre el tema que solicitó el Senado?, ¿por qué Ortiz no ha incoado un expediente disciplinario conforme a los artículos 14, 65 y siguientes del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal? Dado que su misión, de relevancia constitucional, es promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, ¿por qué disiente de su imparcialidad, pese al art. 2, si satisface al interés social?
NOTA. ¿Qué teme Gª Ortiz sobre competencia? A tenor del art. 3.8, es su deber mantener la integridad de la jurisdicción. Especialmente cuando le consta que la ley de amnistía está presidida por una estafa procesal al saltarse el Gobierno, en connivencia con el Congreso, los informes consultivos de las instituciones que asesoran al Estado. La incompetencia que esgrime es, en realidad, una alineación con los “koldos y begoños” que mancillan nuestra democracia…
…Y COROLARIO. Tal la contumacia de ocultación del Fiscal general, que no sólo hurta al Senado un informe, sino que pisotea, entre otros derechos, el principio de igualdad ciudadana y la separación de poderes.
RECORDATORIO. Gª Ortiz debiera explicarnos los artículos 59 y 63.8 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal. Con tantas órdenes de Sánchez, lo mismo cree que Montesquieu fue un ancestro de Margarita “las matacallando”.
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