HUELVA, 2 DE SEPTIEMBRE 2024.
Voy al grano: la ampliación de querella del malogrado Begoño contra Peinado, firme magistrado, es puro desatino. Toda una sátira de un estado democrático protagonizada por un landrú contemporáneo contra un salomón que investiga a fondo para no resolver a locas. El orden político español es discriminatorio. La élite sanchista amarra todos los cabos del barco social. Los derechos humanos de los españoles se ponen a ras de la misma tierra que los venezolanos tragan.
Open Global Rights alerta sobre este patrón de creciente desigualdad. Las causas de dicho estatus pasan por el bajón de ingresos propiciado por el estancamiento del salario mínimo, la presión tributaria rapiñadora, el deterioro de servicios y la pérdida de garantías jurisdiccionales. Que Sánchez ponga a sus pies el aparato estatal para vengarse de los jueces que investigan a él y a su esposa rezuma la perversión del gobierno y resume la indecencia del presidente.
NOTA. He ahí el núcleo filosófico de la “injusticia intrínseca” que el feroz okupa de Moncloa atribuye a un juez en un manifiesto acto de falsedad coyuntural. O se está con Sánchez o la jauría multiorgánica de Pumpido te abate. He ahí la injusticia nacida de un poder corrupto y desarrollada mediante la exclusión y desapoderamiento de jueces independientes. Y crecerá si no se recupera la idea socrática de la superioridad moral y la solidaridad del pueblo discriminado…
…Y COROLARIO. Los españoles somos víctimas del poder hegemónico del sanchismo putrefacto. Esa supremacía engendra criaturas inferiores, subordinadas. Ni se podrán liberar ni construir su derecho a la verdad.
RECORDATORIO. La injusticia es consubstancial al estado de trola creado por Sánchez, ladrón de valores y violador de poderes, para desactivar el poder judicial. Urge tomar conciencia del feto político y jurídico engendrado por este sujeto.
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