La diferencia estriba en que Pedro Sánchez esgrime la brutalidad contra los españoles con el apoyo de los herederos de aquella banda que asesinó a miles de compatriotas.
HUELVA, 14 DE ENERO 2025.
Una de las metodologías del PSOE de todos los tiempos es la guadianización. A modo del río que se significa a través de sus “ojos”, una organización criminal aprovecha la inveterada pobreza para servirse de una población desesperada y, convertida en lumpen, utilizarla como ariete. Casi cien años después de la “largocaballerada”, el sanchismo vuelve, sañudo, a andurriales golpistas. Cuando enfilo el curso de los ochenta, digo que en el franquismo no vi tal maldad.
Felipe González pretendió acabar con el terrorismo de ETA a lo bestia. La ley vigente estorbaba a aquel psoecialismo infame cuyo ADN se vigoriza en la política violenta del gobierno sanchista. La diferencia estriba en que Pedro Sánchez esgrime la brutalidad contra los españoles con el apoyo de los herederos de aquella banda que asesinó a miles de compatriotas y provocó la diáspora de cientos de miles de vascos que huían de aquellos malnacidos.
NOTA. No se puede hablar de sofisticación técnica, sino de adulteración jurídica. Un elemento común actuante en tiempos del GAL y en la corrupción constitucional del GTD es, insisto, MARGARITA ROBLES. Con Felipe permitió la tortura y al crimen para preservar la unidad de España. Con Pedro masajea a Otegi para romper la patria indisoluble. Hoy, de nuevo, coopera en la operación internacional de la dictadura marroquí que quiere Ceuta, Melilla y Canarias…
…Y COROLARIO. El Pacto de Ajuria Enea de 1988 retomó una nueva página del fin de ETA. Los acuerdos de Moncloa entre Sánchez, Otegi y Ortúzar son “labase” y el “peinase” del fáctico desmembramiento de la nación española.
RECORDATORIO. Chirac fue clave en la colaboración con Felipe contra ETA. La política de Macron con Sánchez explica la invasión alauita en el Sáhara y, ahora, la solapada anexión, fronteras mediante, de Ceuta y de Melilla.
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