LA TINIEBLA
La tiniebla manda en el mundo del crimen. El hoy ministro Óscar López ordenó apagar luces de bohemia y cortar lenguas de lacayos...
Amiga/o, de esas semillas indefensas han surgido los grandes árboles que ayer nos permitieron caminar, a pesar del fortísimo viento.
HUELVA, 31 DE ENERO 2025.
Ayer, íbamos caminando por el Paseo Maritimo y el fuerte viento nos obligó a pasarnos a la amplia acera del Nuevo Colombino, buscando el resguardo de los grandes arboles.
Por allí, nos cruzamos con un amigo, asiduo compañero de camino, que había tomado la misma decisión. Le decimos que estábamos asombrados de la grandeza de los arboles.
“Pues, Pedro, las semillas de estos eucaliptos tan espectaculares fueron esparcidas por un grupo de niños de un colegio de Huelva, hace más de un siglo (1906). ¡Y mira como están…!.
¿Por qué fueron niños, sin experiencia en la siembra, quienes esparcieron las semillas de una manera aleatoria? -le pregunté-. ¿No conoces la historia de la carretera de la Punta del Sebo? -me preguntó-. No, no la sé- le respondí-. “A primero del siglo pasado, el Puerto decidió hacer una carretera de cinco kilómetros desde el Muelle del Tinto hasta Colón.
¿Qué había antes? “Nada. Eran marismas inundables y la construcción de la carretera, podía servir de muro de contención del agua de la ría que llegaba con la subida de la marea...”
LA GRANDEZA NO ESTÁ EN CÓMO EMPIEZAS, SINO EN CÓMO CRECES
Al terminar el asfalto, los ingenieros del Puerto, consideraron que se debían de plantar arboles a ambos lados de la nueva carretera. El Puerto no tenia profesionales para ello, y le pidieron a un colegio de Huelva que les enviaran un grupo de niños para plantar las semillas de los árboles, aunque lo hicieran de forma desordenada”.
Amiga/o, de esas semillas indefensas han surgido los grandes árboles que ayer nos permitieron caminar, a pesar del fortísimo viento. La sencilla historia de la actual Avenida “Francisco Montenegro” (director del Puerto en 1906) me lleva a la siguiente conclusión:
Al igual que una semilla pequeña e indefensa, puede convertirse en un gran árbol que da sombra.
Las personas podemos desarrollar todo nuestro potencial con esfuerzo, paciencia y fe. Nadie nace fuerte o sabio.
El crecimiento requiere tiempo, dedicación y las condiciones adecuadas. La grandeza no está en como empiezas, sino en cómo creces. No importa cuán frágil o pequeño parezcas al principio.
Con determinación puedes convertirte en alguien fuerte, tan grande y valioso para los demás como los árboles de la imagen ilustrativa.
¡BUENOS DÍAS!
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