HUELVA, 7 DE MAYO 2024.
Pumpido lo está pasando mal. Igual que gusta de la fruta, se refocila en el barro. Se cosecha lo que se siembra. Mezcla mala tierra con sucia agua y saca fango. Ese lodo, al que arroja semillas en descomposición, se convierte en cieno. La inteligencia de este togado no es la arcilla constructiva. Ni la piedra ligera que cantara León Felipe. Lo suyo es el pedrusco cual alegoría de la deshonra, de lo despreciable. Quien en casa engendra maldades, en diseminarlas se complace.
Mucho influjo en la calle y poco magisterio en el hogar. Tanto voleó su sabiduría jurídica que, desde el principio, provocó ignorancia e ignominia en su parentela. Cuando se hace algo bueno, hay que seguir la rectitud de su fruto. Si hincas estacas comprometedoras, advierte la autoría de la clavadora. No coloques droga propia en mochila ajena para evitar el control aduanero. No utilices tu poder para apaciguar tu conciencia. Sánchez sería otro de tus hijos descarriados.
NOTA. España atraviesa una gravísima crisis de valores. Tu moral, que se desprende de un juez manchado, muestra suciedad y demuestra indignidad, abyección. Esta vileza es motivo de incapacidad sucesoria. La ley, clara. El ropón talar, inmaculado. La mente, limpia. El deshonor, lejos. No traslades a los españoles el ejemplo que nunca diste a los tuyos. Estás ultrajando la institución familiar y la constitucional. No te envilezcas más. No nos sigas humillando…
…Y COROLARIO. El poder judicial, o los restos del mismo, es lo único que hace pensar que seguimos siendo una democracia. Respétalo.
RECORDATORIO. No aconsejes a los ciudadanos. Ven limpio, educado y llorado de casa. Recuerda el dicterio de Maquiavelo sobre Savonarola: “Los tiranos son incorregibles”. El de España ya está en el légamo.
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