Ayer, estuve en el Gran Teatro: no me podía perder el pregón del Patrón que yo pronuncié el año pasado, en una experiencia inolvidable.
HUELVA, 20 DE ENERO 2025.
Hoy, es 20 de enero. Y tú puedes preguntar: ¿Qué me quieres decir con esta fecha?.
Pues, que es una de las fechas mítica para los onubeses: el día de San Sebastián, Patrón de Huelva, tradición y sinónimo del pasado, presente y futuro.
Ayer, el periodista, Pepelu Bonaño, pronunció el Pregón en honor del
Patrón, en el Gran Teatro, como un pórtico de las fiestas.
Durante la semana, hasta el próximo domingo, se celebran númerosos actos en nuestra ciudad.
Como la Exaltación del Santo en la ermita de la Soledad, conciertos musicales en el parque Alonso Sanchez, entrega de distinciones y Medallas de Huelva, en la Casa Colón.
Homenaje de los antiguos vecinos de San Sebastián, para culminar el domingo, 26, con la procesión popular del Patrón por su antiguo barrio de San Sebastián.
Ayer, estuve en el Gran Teatro: no me podía perder el pregón del Patrón que yo pronuncié el año pasado, en una experiencia inolvidable.
MOTIVOS PARA SENTIRSE ORGULLOSO DE HUELVA Y SU PATRÓN
Este año, la fortuna le correspondía a un joven de 31 años, de quien conocía sus inquietudes, desde adolescente, y al que el pregón le ha hecho realidad sus sueños choqueros.
A Pepelu Bonaños lo vemos en la televisión local, a menudo, respirando un profundo amor por Huelva y por sus tradiciones.
En la mañana de ayer, cambió su oficio de entrevistar por el de pregonar la festividad del Patrón y enaltecer con belleza poética, la figura de San Sebastián.
El pregonero pronunció un pregón joven, en verso, para una tradición de siglos, acompañado del toque de la guitarra y el fandango,
Su imagen, arriba de las tablas del Gran Teatro, ofrecía un aire renovador que honraba las raíces profundas del Patrón de Huelva, a veces, muy olvidado.
Sus bellas y profundas palabras lograron emocionar al público, que lo interrumpió, en varias ocasiones, con sentidos aplausos.
No sólo por su rigor y respeto por la tradición, sino por saber conectar las vivencias de los mayores con la mirada fresca y entusiasta de la juventud.
Conclusión: En un momento, donde la inmediatez parece eclipsar la reflexión, el Pregón de Pepelu, fue una invitación a detenernos y a valorar lo que nos une.
Y a mirar hacia el futuro, con la fuerza de quien tiene motivos para sentirse orgulloso de Huelva y de su Patrón. ¡BUENOS DÍAS!
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